Páginas

lunes, 11 de junio de 2018

Capítulo 10

Shirley (Por Pspain)

SHIRLEY
CAPÍTULO 10: CONFESIONES





KILKENNY, IRLANDA
Imagen relacionada

EXT. / PELUQUERÍA DE PAMELA / DÍA

Shirley y su prima Pamela conversan en la peluquería, a esa hora aún no hay nadie más que ellas dos.


Pamela: ¿Entonces no piensas regresar a Sudáfrica, primis? ¿Qué fue lo que te dijo Robert?

Shirley: Nada, que hiciera lo que me diera la gana. Que lo nuestro se acabó… eso me dijo.

Pamela: Lo siento, Shirley… pero creo que fue lo mejor, si tú no le querías de verdad pues…

Shirley: Lo sé, debería haberlo hecho antes pero al vivir allí no me daba cuenta de que no estaba realmente enamorada, Pam. Y ahora que conocí a John… pensarás que estoy loca pero él me gusta de verdad, sólo que está casado y es algo imposible.

Pamela: Lo sé… Pero no te aflijas, si no es John pues otro hombre será, eres muy joven. Yo  sin embargo he perdido las esperanzas con Ryan.

Shirley: ¿Por qué no eres sincera con él y le dices lo que sientes? Ryan no tiene a nadie… no es lo mismo.

Pamela: El nunca se va a fijar en una chica con sobrepeso como yo. Su novia era perfecta, casi una modelo, deberías haberla visto.

Shirley: Ay Pam… ójala pudiera ayudarte pero ni siquiera puedo solucionar mi propia vida. Trabajo casi al lado de mi hijo y no puedo decirle que soy su madre, llevo diez años sufriendo por lo que hice, por haberlo entregado en adopción… y ahora estoy pagando las consecuencias de mis actos.

Pamela: Kevin es tu hijo, diga lo que diga esa zafia de Jennifer, no puedes darte por vencida. Además ya has dicho que te has acercado más al niño, que te aprecia mucho… pues eso es un paso muy grande para continuar.

Shirley: ¿Y qué hago Pam? ¿Cómo le voy a decir que soy su madre? Para Kevin su mamá es Jennifer, no puedo destruir su vida así sin más.

Pamela: Pues debes tomar una decisión y pronto porque si sigues cerca de él y viéndole casi a diario vas a sufrir mucho más sabiendo que nunca lo vas a poder tener. O le dices la verdad o simplemente dejas ese trabajo y te vas del pueblo.

Shirley: No sería capaz de marcharme de aquí sabiendo que mi hijo está en Kilkenny. No podría, prima. (Con lágrimas en los ojos) Ahora que sé quién es… no puedo hacer eso.

Pamela: Ay Shirley… (Preocupada)
          

NAMUR, BÉLGICA
INT. / CASA DE NICOLE, DORMITORIO / DÍA

Mientras tanto en Bélgica, Laurent ya está de vuelta de su viaje a París y su esposa Nicole está hablando con él.


Nicole: ¿Qué tal en París, mi amor?

Laurent: Bien, cariño pero no pude traerte nada porque he tenido unos días muy ocupados, me fue imposible. Fui del trabajo al hotel y del hotel al trabajo, estoy muy cansado.

Nicole: No te preocupes no pasa nada… Ya en otra ocasión que vayamos los dos solitos aprovechamos.

Laurent: Voy a bañarme, luego bajo a almorzar. (Se va al cuarto de baño)

Nicole: Está bien, Laurent. Yo mientras pondré la lavadora con la ropa de tu maleta.

En ese instante Nicole abre la maleta de su esposo sobre la cama y empieza a sacar ropa, pero al tomar una de las camisas de Laurent, la joven se da cuenta de que huele diferente.

Nicole: Huele a… huele a perfume de mujer. (Extrañada y sorprendida)

La chica revisa la camisa y en el cuello de la misma observa la marca de un pintalabios. Nicole se pone nerviosa y habla consigo misma.

Nicole: ¿Y esto? Esto es… es una marca de un labial… No… no puede ser… Laurent no me haría algo así… (Nerviosa, vuelve a oler la camisa)  ¿Será que me está engañando con otra mujer? No Dios mío… (Angustiada) No es posible, no puede ser lo que estoy pensando…

En ese instante, su marido le habla desde el cuarto de baño.

Laurent: ¿Decías algo mi amor?

Nicole: ¡No, nada, Laurent, hablaba sola! (Nerviosa) No me hagas caso… (Preocupada)

Y es que la pobre Nicole sospecha que su marido tiene una amante pero no se atreve a encarar a Laurent a pesar de que tiene pruebas en sus manos. Nicole contiene las lágrimas pensando que Laurent le es infiel y recordando lo que le pasó con Dennis diez años atrás.


COUNTY KILKENNY, IRLANDA
EXT. / GRANJA BRENNAN, JARDÍN / DÍA

Shirley está en casa de Mary tendiendo ropa en el jardín. Como bien sabemos nuestra protagonista trabaja como empleada doméstica para la madre de John. Shirley termina su tarea y en ese momento aparece John a su espalda.


John:  Shirley, necesito tu ayuda.

Shirley: ¡Hola John! (Volteando le sonríe)

En ese momento la joven ve que John tiene un corte en una mano y se asusta.

Shirley: ¡Ay Dios mío! ¿Pero que te pasó?

John: Estaba cortando unos tubos de goma y se me resbaló la navaja… (Nervioso)

Shirley: Ven, déjame ver… (Nerviosa) No parece muy profundo pero estás sangrando mucho… Ven a casa de tu madre y te curo enseguida.

John: Está bien… ¿Dónde está mi madre?

Shirley: Mary se fue con tu esposa y con Kevin a la ciudad hace un rato. Yo estaba haciendo las tareas.

Ambos por el jardín y entran en la vivienda.


INT. / CASA DE MARY, COCINA / DÍA

Shirley: Siéntate ahí, John, voy por algodón, alcohol y unas gasas…

John se sienta en una silla de la cocina y espera que Shirley regrese. En segundos la joven está de vuelta en la cocina.

Shirley: Ay John, por favor, tienes que tener más cuidado hombre.

John: Estoy muy agobiado con el trabajo. Desde que mi padre murió no doy abasto a hacerlo todo, el campo, las vacas… Estaba preparado unos tubos para un nuevo abrevadero pero… no sé que me  pasó.

Shirley: Deberías contratar a alguien que te eche una mano. No puedes llevar esto tú solo.

John: Lo sé pero no puedo permitirme pagar a nadie. La granja está hipotecada, tiene muchas deudas que dejó mi padre… Apenas con lo que saco de la venta de leche y novillos llego a fin de mes. Todo son gastos y pagos.

Shirley: Ya, ya me ha dicho tu madre que la situación no es muy buena… Pero no puedes matarte a trabajar así. Podrías haberte hecho algo mucho peor.

John: Ya, tienes razón pero…

Shirley: Tú sólo no puedes llevar la granja, son 85 vacas, más el resto de ganado… ¿No ves que es mucho para ti?

John: Antes me ayudaba mi padre y juntos éramos un gran equipo pero desde que falleció… (Triste y deprimido)

Shirley: ¿Qué te pasa John? (Preocupada)

John: Ayer vino un tipo interesado en comprar las tierras que tenemos en venta, cien acres…

Shirley: Sí, ya sé… ¿Y que pasó? ¿No va a comprar?

John: No… le parecía mucho dinero pero no podemos rebajar el precio porque debemos una suma muy elevada al banco. Mis hermanos y yo quedamos en vender esas tierras para saldar la deuda y al menos no perder toda la granja.

Shirley: ¿Quieres decir que si no pagan pronto lo que deben perderían todo?

John: Así es… y no me perdonaría perder todo por lo que mi padre y mi abuelo trabajaron toda su vida. No quiero ser yo quien lo haga.

Shirley: ¿Qué te dicen Ryan y Nicole de todo esto?

John: Ellos tienen sus vidas y sus trabajos entonces no les afecta tanto pero yo vivo de esto, Shirley. Si pierdo todo. ¿De qué vamos a vivir mi familia y yo? Tengo un hijo…

Shirley: No estés mal John… No me gusta verte así.

John: Estoy pasándolo muy mal, Shirley… Ni mi esposa ni mi madre ni Kevin saben nada pero… me cuesta dormir por las noches pensando en la deuda, en cómo salir de esto…  Al final el banco se quedará con todo por impago.

Shirley: No digas eso, ni lo pienses, por favor. Alguien más comprará esas tierras, seguro podrán saldar la deuda. Ya lo verás.

John: Lo dudo mucho, los días pasan y el plazo se va agotando.

Shirley: Dios mío… ¿Por qué la vida tiene que ser tan dura para las buenas personas, por qué?

John: ¿Crees que soy una buena persona, Shirley?

Shirley: ¡Por supuesto que lo creo, es más lo afirmo! Eres un buen padre, un buen hombre… ánimo, verás como todo se soluciona.

John: Si pierdo la granja… no sé qué voy a hacer.

Shirley: ¿Y si vendes algo de ganado, algunas vacas? No sé…

John: Lo he pensado pero ni vendiendo la mitad daría para pagar lo que debemos.

Shirley: Malditos bancos, son todos iguales, unos buitres.

John: Mi padre pidió un préstamo hace años y no pudo hacer frente a los pagos. Cuando falleció me enteré de todo, yo no sabía nada.

Shirley: Claro y ahora pues al heredar esto pues la deuda es tuya, claro…

John: Así es… o pago o me lo quitarán todo. (Triste y abatido)


KILKENNY
INT. / CENTRO COMERCIAL / DÍA

Jennifer, Mary y Kevin están en un pequeño centro comercial. Los tres conversan. Mary va en su silla de ruedas automática.


Mary:  Bueno pues vamos a entrar al súper y hacer la compra para la semana. Kevin, cariño, toma un carro  de aquellos.

Kevin: Ok abuela. Voy. (Se va)

Jennifer:  Mary… hay algo que quería decirte pero con Kevin delante no he podido.

Mary: ¿De qué se trata?

Jennifer: Es sobre Shirley…

Mary: ¿Y qué ocurre con esa muchacha?

Jennifer: Deberías despedirla… No me gusta.

Mary: ¿Despedirla? ¿Por qué no te gusta? A mí me parece muy buena chica, la verdad.

Jennifer: No sé, hay algo que no me convence… (Pensando: Esa desgraciada es la madre biológica de Kevin)

Mary: Trabaja bien, es eficiente, seria y muy simpática, no tengo queja. Además tanto a Kevin como a John les cae muy bien Shirley.

Jennifer: ¿A John también?

Mary: Bueno Kevin me ha dicho que el otro día Shirley le ayudó con las tareas del colegio y que John luego estuvo hablando con ella. La verdad que se ha ganado el cariño de todos esa muchacha. Es un amor.

Jennifer: Ya veo… (Celosa y molesta)


INT. / GRANJA BRENNAN, CASA DE MARY, COCINA / DÍA

Mientras tanto, en la granja, Shirley y John siguen conversando.


Shirley: Ay John, no te hundas por favor te lo pido, no te hundas. ¿Y tu esposa qué dice?

John: Jennifer y yo no andamos muy bien últimamente, no sé.

Shirley: ¿Por qué?

John: Le dije que busque un trabajo porque nos hace falta el dinero y dice que de cajera ni hablar. Tampoco quiere ser mesera en el bar de su primo. No sé lo que quiere, la verdad.

Shirley: Si yo pudiera ayudarte en algo… con gusto lo haría, John, pero no tengo ni donde caerme muerta. Vivo con mi prima en su casa porque con lo que me paga tu mamá no puedo vivir sola.

John: Yo lo sé… siento que no te pueda pagar más pero ella vive de una pensión…

Shirley: Lo sé, y lo entiendo, no es eso… yo estoy contenta con Mary y trabajando aquí. Pero me duele verte así, hundido… no lo mereces.

John: No he tenido mucha suerte en la vida, Shirley.

Shirley: ¿Qué pasó? Bueno si es que quieres contarme claro.

John: Antes de casarme con Jennifer tuve una novia. Se llamaba Evelyn.

Shirley: ¿Qué ocurrió?

John: Se suicidó…

Shirley: Dios mío… (Se lleva una mano a la boca)

John: Teníamos 20 años… ella estaba pasando por una depresión… estaba enferma y yo no podía ayudarla. No sabía cómo. Un día me dejó una nota y me dijo que… que se iba de viaje.

Shirley: ¿De viaje?

John: Sí… Evelyn se quiso despedir así de mí.

Shirley: Lo siento John… no imaginaba que… debiste sufrir mucho.

John: Evelyn se tiró a las vías del tren, Shirley.  Sus restos aparecieron repartidos por la vía.

Shirley: Qué horror… (Asustada)

John:  Aquel día sentí que algo de mí se iba con ella, me culpaba por no haber podido ayudarla por no haber estado con ella cuando me necesitaba.

Shirley: No fue culpa tuya… no pienses eso.

John: Pasaron los meses y yo no superaba su muerte, lloraba, no dormía, no comía…  hasta que me dí cuenta de que yo también había caído en una fuerte depresión. No podía vivir sin ella.  Incluso llegué a pensar en unirme a ella y quitarme la vida.

Shirley: ¿No lo intentarías, verdad?

John: Lo pensé más de una vez pero nunca lo llevé a cabo. Era muy joven también y… Bueno, el caso es que estuve así tres años, hundido, sin ganas de nada, no salía, no tenía ilusión por la vida… Mis padres estaban muy preocupados por mí y me mandaron a estudiar a Dublín.  A estudiar algo relacionado con agricultura y ganadería. Y eso hice. Allí conocí a Jennifer.

Shirley: Entiendo… Ella te hizo olvidar a Evelyn y rehacer tu vida imagino.

John: Si y no, Shirley.

Shirley: ¿Cómo así que sí y no?

John: Yo me enamoré de Jennifer y yo creía que ella también se había enamorado de mí pero… con el paso de los anos me di cuenta de que tal vez lo que a ella le interesaba no era yo, si no la granja de mis padres.

Shirley: ¿Por qué piensas eso?

John: Mi hermano Ryan me lo dijo una vez y no le quise hacer caso. Ahora Jennifer está muy rara, distante… Cuando sufrió el aborto hace diez años y le dijeron que no podía tener hijos, insistió en adoptar un niño y enseguida conseguimos  a Kevin.  A pesar de que no lleva mi sangre, yo le quiero como si fuera mi hijo biológico, Kevin es todo para mí.  Bueno ya lo sabes.

Shirley: ¿Sabes John? No sólo tú has sufrido en la vida… yo también pasé por una experiencia muy dura que me marcó para siempre. Aún hoy con el paso de los años no he podido olvidarlo.

John: ¿Qué te pasó?

Shirley: Hace más de diez años… yo estaba casada. ¿Sabes? Recién casada. Trabajaba en un bufete de abogados en Cork y… una noche nos asaltaron a mi marido y a mí. El tipo le mató a sangre fría, dijo que por venganza, ya no recuerdo bien… pero lo peor de todo es que después… después…

John: Continúa, por favor.

Shirley: El asesino de mi esposo abusó de mí, John.

John: ¿Qué? (Sorprendido)

Shirley: Ese desgraciado me violó y… y quedé embarazada. Mi mamá me obligó a dar al bebé en adopción…

John: No puedo creerlo… ¿Tu propia madre te obligó a entregar a tu hijo? ¿Sólo por ser fruto de una violación?

Shirley: Así es… por ese entonces yo era muy joven y… no sé, mi mamá hizo lo que quiso. Yo estaba tan hundida por la muerte de mi esposo que ni siquiera podía pensar. Después de aquello me marché a Sudáfrica y hasta ahora.

John: Siento que tuvieras que pasar por todo eso, Shirley. No lo merecías.

Shirley: No importa… ya da igual. Pasó y punto, no puedo cambiarlo.

John: ¿Y qué fue de tu hijo o hija? ¿Nunca volviste a saber de él o ella?

Shirley: Di a luz un niño… y no, no volví a saber de él… (Pensando: Si supieras que ese niño es Kevin, John… es Kevin)


INT. / MILLER’S PUB / DÍA

En el bar de Frank, Ryan está tomando una cerveza. En ese instante entra Pamela.


Pamela: Ho… hola Ryan… No esperaba encontrarte aquí a esta hora.

Ryan: Me aburro sin hacer nada en casa todo el día… Esto de estar de baja es un fastidio. Ya quiero me quiten la escayola del brazo de una maldita vez.

Pamela: Tienes que tener paciencia…

Frank: (Desde el otro lado de la barra) ¿Qué te apetece tomar, Pamela?


Pamela: Un té con limón, nada más, Frank, gracias.

Frank: Ok, enseguida te lo trae Erick. ¡Hijo, un té con limón para Pamela! (Se va a atender a otros clientes)

Ryan: ¿Qué tal va la peluquería?

Pamela: Regular, con lo que gano apenas tengo para alquiler y para vivir… Pero bueno, no me quejo, menos es nada.

Ryan: Entiendo…  yo estoy deseando ponerme bien y marcharme a Dublín.

Pamela: ¿Entonces… es… es en serio que te quieres ir?

Ryan: Sí… ya te dije.

Pamela: Pero extrañarás luego a tu familia aquí y… (Triste)

Ryan: Quiero ascender y no ser un simple policía de pueblo toda la vida…

Pamela: Ya pero… (Afligida y con lágrimas en los ojos)

Ryan: ¿Te pasa algo Pamela?

Pamela: No, nada… no me pasa nada.

Erick: Toma Pam, tu té con limón.  (Se lo sirve)


Pamela: Gracias Erick. (El mesero se va)

Ryan: ¿Estás llorando?

Pamela: No… es que… es que se ha metido algo en el ojo.

Ryan: No me mientas… dime la verdad. Algo te pasa.

Pamela: Es un chico… no es nada.

Ryan: Mal de amores, acabáramos… ¿Lo conozco?

Pamela: Pues… sí, sí le conoces.

Ryan:  ¿No será Erick, el hijo de Frank, no?

Pamela: No, nada que ver… no es Erick. Ryan… yo… (Nerviosa)

Ryan: ¿Sí?

Pamela: Nada… olvídalo… (Se va a toda prisa)

Ryan: ¡Espera Pamela, te dejaste tu té!! ¡Pamela!!!

Frank: ¿Y a esa que le pasa?

Ryan: No lo sé, se fue así sin más… no entiendo nada.

Frank: Pues alguien tendrá que pagarme su consumición…

Ryan: Toma, ya te la pago yo, pesado. (Le da el dinero)

En la calle, la pobre Pamela camina inmersa en un mar de lágrimas pues no se atreve a decirle a Ryan lo que siente por él. Pamela es muy insegura y está muy acomplejada por su peso. Está enamorada de Ryan pero teme no gustarle.

Resultado de imagen de irish countryside

INT. / GRANJA BRENNAN, CASA DE MARY, COCINA / DÍA

Shirley está llorando pensando en su hijo Kevin. John no sabe la verdad y no entiende lo  que le pasa. Ambos charlan.


John: No llores, tal vez puedas recuperar a tu hijo, deberías buscarlo y…

Shirley: No puedo… seguro ya tiene una familia y yo no soy nadie para él. No sería justo.

John: Pero eres su madre… eso no te lo puede quitar nadie. Además fuiste obligada a darlo en adopción.

Shirley: Si pero…

John: Shirley… inténtalo… lucha por tu hijo, búscalo.

Shirley: Ya lo he hecho, John… lo he buscado. Dios sabe que lo he hecho.

John: ¿Y?

Shirley: Y… y ya sé donde vive.

John: ¿En serio? ¿Dónde?

Shirley: John… el bebé… el bebé que yo entregué en adopción hace diez años es… es Kevin.

Escuchamos música incidental. John se queda impactado al escuchar tal revelación. Shirley, entre lágrimas, no es capaz de articular más palabras. John alucina con lo que acaba de escuchar.

John: No… no puede ser… ¿Ke… Kevin es…? ¿Mi hijo es… es tu…? (Preocupado)

Shirley: Sí… por eso estoy aquí… ¡Pero te juro, te juro que yo no quiero quitarte al niño, John, te lo juro!! Jamás te haría algo así.

John: ¿Por qué no me has dicho nada de esto antes, por qué? ¿Lo sabe mi madre, lo sabe Jennifer?

Shirley: Jennifer sí, Mary no…

John: ¿Mi esposa sabía quién eras y no me dijo nada?

Shirley: Yo le pedí que no lo hiciera… Sólo quería estar cerca de Kevin, conocerle… nada más… 

John: Dios mío… esto no puede estar pasando.

Shirley: Lo siento John, no quería que te enterases de esta manera. Si quieres renuncio al trabajo y me voy… (Se va)

John: ¡No, tú no te vas a ninguna parte! (Tomándola del brazo)

Shirley: No me hagas esto John… (Llorando)

John: No te vayas… no puedes dejarme así… Tú no…

Shirley: Kevin tiene una familia, un padre, una madre… yo no soy nadie. Es mejor que me marche y no regrese más.

John: Pero… creí que tú y yo éramos amigos, Shirley… Que habíamos hecho buenas migas y… No quiero que te vayas.

Shirley: Ese es el problema John, que yo no te veo como un amigo.

John: ¿No? ¿Entonces?

Shirley: Me gustas John… no sé qué me pasa contigo pero… Sé que no está bien, que eres un hombre casado pero… no puedo evitar sentir lo que siento.

John: Shirley…

Shirley: Es mejor que me vaya… por favor, déjame ir.

John: No… no quiero que me dejes. Ahora no…

En ese momento John intenta robarle un beso, ella se deja llevar y finalmente ambos se besan apasionadamente en la cocina de la casa.

CONTINUARÁ…