SHIRLEY
CAPÍTULO 10: CONFESIONES
KILKENNY, IRLANDA
EXT. / PELUQUERÍA DE PAMELA / DÍA
Shirley y su prima Pamela conversan en la
peluquería, a esa hora aún no hay nadie más que ellas dos.
Pamela: ¿Entonces no piensas regresar a Sudáfrica,
primis? ¿Qué fue lo que te dijo Robert?
Shirley: Nada, que hiciera
lo que me diera la gana. Que lo nuestro se acabó… eso me dijo.
Pamela: Lo siento,
Shirley… pero creo que fue lo mejor, si tú no le querías de verdad pues…
Shirley: Lo sé, debería
haberlo hecho antes pero al vivir allí no me daba cuenta de que no estaba realmente
enamorada, Pam. Y ahora que conocí a John… pensarás que estoy loca pero él me
gusta de verdad, sólo que está casado y es algo imposible.
Pamela: Lo sé… Pero no
te aflijas, si no es John pues otro hombre será, eres muy joven. Yo sin embargo he perdido las esperanzas con
Ryan.
Shirley: ¿Por qué no
eres sincera con él y le dices lo que sientes? Ryan no tiene a nadie… no es lo
mismo.
Pamela: El nunca se va
a fijar en una chica con sobrepeso como yo. Su novia era perfecta, casi una
modelo, deberías haberla visto.
Shirley: Ay Pam… ójala
pudiera ayudarte pero ni siquiera puedo solucionar mi propia vida. Trabajo casi
al lado de mi hijo y no puedo decirle que soy su madre, llevo diez años
sufriendo por lo que hice, por haberlo entregado en adopción… y ahora estoy
pagando las consecuencias de mis actos.
Pamela: Kevin es tu
hijo, diga lo que diga esa zafia de Jennifer, no puedes darte por vencida.
Además ya has dicho que te has acercado más al niño, que te aprecia mucho… pues
eso es un paso muy grande para continuar.
Shirley: ¿Y qué hago
Pam? ¿Cómo le voy a decir que soy su madre? Para Kevin su mamá es Jennifer, no
puedo destruir su vida así sin más.
Pamela: Pues debes
tomar una decisión y pronto porque si sigues cerca de él y viéndole casi a
diario vas a sufrir mucho más sabiendo que nunca lo vas a poder tener. O le
dices la verdad o simplemente dejas ese trabajo y te vas del pueblo.
Shirley: No sería capaz
de marcharme de aquí sabiendo que mi hijo está en Kilkenny. No podría, prima.
(Con lágrimas en los ojos) Ahora que sé quién es… no puedo hacer eso.
Pamela: Ay Shirley…
(Preocupada)
NAMUR, BÉLGICA
INT. / CASA DE NICOLE,
DORMITORIO / DÍA
Mientras tanto en
Bélgica, Laurent ya está de vuelta de su viaje a París y su esposa Nicole está
hablando con él.
Nicole: ¿Qué tal en
París, mi amor?
Laurent: Bien, cariño
pero no pude traerte nada porque he tenido unos días muy ocupados, me fue
imposible. Fui del trabajo al hotel y del hotel al trabajo, estoy muy cansado.
Nicole: No te preocupes
no pasa nada… Ya en otra ocasión que vayamos los dos solitos aprovechamos.
Laurent: Voy a bañarme,
luego bajo a almorzar. (Se va al cuarto de baño)
Nicole: Está bien,
Laurent. Yo mientras pondré la lavadora con la ropa de tu maleta.
En ese instante Nicole
abre la maleta de su esposo sobre la cama y empieza a sacar ropa, pero al tomar
una de las camisas de Laurent, la joven se da cuenta de que huele diferente.
Nicole: Huele a… huele
a perfume de mujer. (Extrañada y sorprendida)
La chica revisa la
camisa y en el cuello de la misma observa la marca de un pintalabios. Nicole se
pone nerviosa y habla consigo misma.
Nicole: ¿Y esto? Esto
es… es una marca de un labial… No… no puede ser… Laurent no me haría algo así…
(Nerviosa, vuelve a oler la camisa)
¿Será que me está engañando con otra mujer? No Dios mío… (Angustiada) No
es posible, no puede ser lo que estoy pensando…
En ese instante, su
marido le habla desde el cuarto de baño.
Laurent: ¿Decías algo
mi amor?
Nicole: ¡No, nada,
Laurent, hablaba sola! (Nerviosa) No me hagas caso… (Preocupada)
Y es que la pobre
Nicole sospecha que su marido tiene una amante pero no se atreve a encarar a Laurent
a pesar de que tiene pruebas en sus manos. Nicole contiene las lágrimas
pensando que Laurent le es infiel y recordando lo que le pasó con Dennis diez
años atrás.
COUNTY KILKENNY, IRLANDA
EXT. / GRANJA BRENNAN, JARDÍN / DÍA
Shirley está en casa de
Mary tendiendo ropa en el jardín. Como bien sabemos nuestra protagonista
trabaja como empleada doméstica para la madre de John. Shirley termina su tarea
y en ese momento aparece John a su espalda.
John: Shirley, necesito tu ayuda.
Shirley: ¡Hola John!
(Volteando le sonríe)
En ese momento la joven
ve que John tiene un corte en una mano y se asusta.
Shirley: ¡Ay Dios mío!
¿Pero que te pasó?
John: Estaba cortando
unos tubos de goma y se me resbaló la navaja… (Nervioso)
Shirley: Ven, déjame
ver… (Nerviosa) No parece muy profundo pero estás sangrando mucho… Ven a casa
de tu madre y te curo enseguida.
John: Está bien… ¿Dónde
está mi madre?
Shirley: Mary se fue
con tu esposa y con Kevin a la ciudad hace un rato. Yo estaba haciendo las
tareas.
Ambos por el jardín y
entran en la vivienda.
INT. / CASA DE MARY,
COCINA / DÍA
Shirley: Siéntate ahí,
John, voy por algodón, alcohol y unas gasas…
John se sienta en una
silla de la cocina y espera que Shirley regrese. En segundos la joven está de
vuelta en la cocina.
Shirley: Ay John, por
favor, tienes que tener más cuidado hombre.
John: Estoy muy
agobiado con el trabajo. Desde que mi padre murió no doy abasto a hacerlo todo,
el campo, las vacas… Estaba preparado unos tubos para un nuevo abrevadero pero…
no sé que me pasó.
Shirley: Deberías
contratar a alguien que te eche una mano. No puedes llevar esto tú solo.
John: Lo sé pero no
puedo permitirme pagar a nadie. La granja está hipotecada, tiene muchas deudas
que dejó mi padre… Apenas con lo que saco de la venta de leche y novillos llego
a fin de mes. Todo son gastos y pagos.
Shirley: Ya, ya me ha
dicho tu madre que la situación no es muy buena… Pero no puedes matarte a
trabajar así. Podrías haberte hecho algo mucho peor.
John: Ya, tienes razón
pero…
Shirley: Tú sólo no
puedes llevar la granja, son 85 vacas, más el resto de ganado… ¿No ves que es
mucho para ti?
John: Antes me ayudaba
mi padre y juntos éramos un gran equipo pero desde que falleció… (Triste y
deprimido)
Shirley: ¿Qué te pasa
John? (Preocupada)
John: Ayer vino un tipo
interesado en comprar las tierras que tenemos en venta, cien acres…
Shirley: Sí, ya sé… ¿Y
que pasó? ¿No va a comprar?
John: No… le parecía
mucho dinero pero no podemos rebajar el precio porque debemos una suma muy
elevada al banco. Mis hermanos y yo quedamos en vender esas tierras para saldar
la deuda y al menos no perder toda la granja.
Shirley: ¿Quieres decir
que si no pagan pronto lo que deben perderían todo?
John: Así es… y no me
perdonaría perder todo por lo que mi padre y mi abuelo trabajaron toda su vida.
No quiero ser yo quien lo haga.
Shirley: ¿Qué te dicen
Ryan y Nicole de todo esto?
John: Ellos tienen sus
vidas y sus trabajos entonces no les afecta tanto pero yo vivo de esto,
Shirley. Si pierdo todo. ¿De qué vamos a vivir mi familia y yo? Tengo un hijo…
Shirley: No estés mal
John… No me gusta verte así.
John: Estoy pasándolo muy
mal, Shirley… Ni mi esposa ni mi madre ni Kevin saben nada pero… me cuesta
dormir por las noches pensando en la deuda, en cómo salir de esto… Al final el banco se quedará con todo por
impago.
Shirley: No digas eso,
ni lo pienses, por favor. Alguien más comprará esas tierras, seguro podrán
saldar la deuda. Ya lo verás.
John: Lo dudo mucho,
los días pasan y el plazo se va agotando.
Shirley: Dios mío… ¿Por
qué la vida tiene que ser tan dura para las buenas personas, por qué?
John: ¿Crees que soy
una buena persona, Shirley?
Shirley: ¡Por supuesto
que lo creo, es más lo afirmo! Eres un buen padre, un buen hombre… ánimo, verás
como todo se soluciona.
John: Si pierdo la
granja… no sé qué voy a hacer.
Shirley: ¿Y si vendes
algo de ganado, algunas vacas? No sé…
John: Lo he pensado
pero ni vendiendo la mitad daría para pagar lo que debemos.
Shirley: Malditos
bancos, son todos iguales, unos buitres.
John: Mi padre pidió un
préstamo hace años y no pudo hacer frente a los pagos. Cuando falleció me
enteré de todo, yo no sabía nada.
Shirley: Claro y ahora
pues al heredar esto pues la deuda es tuya, claro…
John: Así es… o pago o
me lo quitarán todo. (Triste y abatido)
KILKENNY
INT. / CENTRO COMERCIAL
/ DÍA
Jennifer, Mary y Kevin
están en un pequeño centro comercial. Los tres conversan. Mary va en su silla
de ruedas automática.
Mary: Bueno pues vamos a entrar al súper y hacer la
compra para la semana. Kevin, cariño, toma un carro de aquellos.
Kevin: Ok abuela. Voy.
(Se va)
Jennifer: Mary… hay algo que quería decirte pero con
Kevin delante no he podido.
Mary: ¿De qué se trata?
Jennifer: Es sobre
Shirley…
Mary: ¿Y qué ocurre con
esa muchacha?
Jennifer: Deberías
despedirla… No me gusta.
Mary: ¿Despedirla? ¿Por
qué no te gusta? A mí me parece muy buena chica, la verdad.
Jennifer: No sé, hay
algo que no me convence… (Pensando: Esa desgraciada es la madre biológica de
Kevin)
Mary: Trabaja bien, es
eficiente, seria y muy simpática, no tengo queja. Además tanto a Kevin como a
John les cae muy bien Shirley.
Jennifer: ¿A John
también?
Mary: Bueno Kevin me ha
dicho que el otro día Shirley le ayudó con las tareas del colegio y que John
luego estuvo hablando con ella. La verdad que se ha ganado el cariño de todos
esa muchacha. Es un amor.
Jennifer: Ya veo…
(Celosa y molesta)
INT. / GRANJA BRENNAN,
CASA DE MARY, COCINA / DÍA
Mientras tanto, en la
granja, Shirley y John siguen conversando.
Shirley: Ay John, no te
hundas por favor te lo pido, no te hundas. ¿Y tu esposa qué dice?
John: Jennifer y yo no
andamos muy bien últimamente, no sé.
Shirley: ¿Por qué?
John: Le dije que
busque un trabajo porque nos hace falta el dinero y dice que de cajera ni
hablar. Tampoco quiere ser mesera en el bar de su primo. No sé lo que quiere,
la verdad.
Shirley: Si yo pudiera
ayudarte en algo… con gusto lo haría, John, pero no tengo ni donde caerme
muerta. Vivo con mi prima en su casa porque con lo que me paga tu mamá no puedo
vivir sola.
John: Yo lo sé… siento
que no te pueda pagar más pero ella vive de una pensión…
Shirley: Lo sé, y lo
entiendo, no es eso… yo estoy contenta con Mary y trabajando aquí. Pero me
duele verte así, hundido… no lo mereces.
John: No he tenido
mucha suerte en la vida, Shirley.
Shirley: ¿Qué pasó?
Bueno si es que quieres contarme claro.
John: Antes de casarme
con Jennifer tuve una novia. Se llamaba Evelyn.
Shirley: ¿Qué ocurrió?
John: Se suicidó…
Shirley: Dios mío… (Se
lleva una mano a la boca)
John: Teníamos 20 años…
ella estaba pasando por una depresión… estaba enferma y yo no podía ayudarla. No
sabía cómo. Un día me dejó una nota y me dijo que… que se iba de viaje.
Shirley: ¿De viaje?
John: Sí… Evelyn se
quiso despedir así de mí.
Shirley: Lo siento John…
no imaginaba que… debiste sufrir mucho.
John: Evelyn se tiró a
las vías del tren, Shirley. Sus restos
aparecieron repartidos por la vía.
Shirley: Qué horror…
(Asustada)
John: Aquel día sentí que algo de mí se iba con
ella, me culpaba por no haber podido ayudarla por no haber estado con ella
cuando me necesitaba.
Shirley: No fue culpa
tuya… no pienses eso.
John: Pasaron los meses
y yo no superaba su muerte, lloraba, no dormía, no comía… hasta que me dí cuenta de que yo también
había caído en una fuerte depresión. No podía vivir sin ella. Incluso llegué a pensar en unirme a ella y
quitarme la vida.
Shirley: ¿No lo
intentarías, verdad?
John: Lo pensé más de una
vez pero nunca lo llevé a cabo. Era muy joven también y… Bueno, el caso es que
estuve así tres años, hundido, sin ganas de nada, no salía, no tenía ilusión
por la vida… Mis padres estaban muy preocupados por mí y me mandaron a estudiar
a Dublín. A estudiar algo relacionado
con agricultura y ganadería. Y eso hice. Allí conocí a Jennifer.
Shirley: Entiendo… Ella
te hizo olvidar a Evelyn y rehacer tu vida imagino.
John: Si y no, Shirley.
Shirley: ¿Cómo así que
sí y no?
John: Yo me enamoré de
Jennifer y yo creía que ella también se había enamorado de mí pero… con el paso
de los anos me di cuenta de que tal vez lo que a ella le interesaba no era yo,
si no la granja de mis padres.
Shirley: ¿Por qué
piensas eso?
John: Mi hermano Ryan
me lo dijo una vez y no le quise hacer caso. Ahora Jennifer está muy rara,
distante… Cuando sufrió el aborto hace diez años y le dijeron que no podía
tener hijos, insistió en adoptar un niño y enseguida conseguimos a Kevin. A pesar de que no lleva mi sangre, yo le
quiero como si fuera mi hijo biológico, Kevin es todo para mí. Bueno ya lo sabes.
Shirley: ¿Sabes John?
No sólo tú has sufrido en la vida… yo también pasé por una experiencia muy dura
que me marcó para siempre. Aún hoy con el paso de los años no he podido
olvidarlo.
John: ¿Qué te pasó?
Shirley: Hace más de
diez años… yo estaba casada. ¿Sabes? Recién casada. Trabajaba en un bufete de
abogados en Cork y… una noche nos asaltaron a mi marido y a mí. El tipo le mató
a sangre fría, dijo que por venganza, ya no recuerdo bien… pero lo peor de todo
es que después… después…
John: Continúa, por
favor.
Shirley: El asesino de
mi esposo abusó de mí, John.
John: ¿Qué?
(Sorprendido)
Shirley: Ese
desgraciado me violó y… y quedé embarazada. Mi mamá me obligó a dar al bebé en
adopción…
John: No puedo creerlo…
¿Tu propia madre te obligó a entregar a tu hijo? ¿Sólo por ser fruto de una
violación?
Shirley: Así es… por
ese entonces yo era muy joven y… no sé, mi mamá hizo lo que quiso. Yo estaba
tan hundida por la muerte de mi esposo que ni siquiera podía pensar. Después de
aquello me marché a Sudáfrica y hasta ahora.
John: Siento que
tuvieras que pasar por todo eso, Shirley. No lo merecías.
Shirley: No importa… ya
da igual. Pasó y punto, no puedo cambiarlo.
John: ¿Y qué fue de tu
hijo o hija? ¿Nunca volviste a saber de él o ella?
Shirley: Di a luz un
niño… y no, no volví a saber de él… (Pensando: Si supieras que ese niño es Kevin,
John… es Kevin)
INT. / MILLER’S PUB /
DÍA
En el bar de Frank,
Ryan está tomando una cerveza. En ese instante entra Pamela.
Pamela: Ho… hola Ryan…
No esperaba encontrarte aquí a esta hora.
Ryan: Me aburro sin
hacer nada en casa todo el día… Esto de estar de baja es un fastidio. Ya quiero
me quiten la escayola del brazo de una maldita vez.
Pamela: Tienes que
tener paciencia…
Frank: (Desde el otro
lado de la barra) ¿Qué te apetece tomar, Pamela?
Pamela: Un té con
limón, nada más, Frank, gracias.
Frank: Ok, enseguida te
lo trae Erick. ¡Hijo, un té con limón para Pamela! (Se va a atender a otros
clientes)
Ryan: ¿Qué tal va la
peluquería?
Pamela: Regular, con lo
que gano apenas tengo para alquiler y para vivir… Pero bueno, no me quejo,
menos es nada.
Ryan: Entiendo… yo estoy deseando ponerme bien y marcharme a
Dublín.
Pamela: ¿Entonces… es…
es en serio que te quieres ir?
Ryan: Sí… ya te dije.
Pamela: Pero extrañarás
luego a tu familia aquí y… (Triste)
Ryan: Quiero ascender y
no ser un simple policía de pueblo toda la vida…
Pamela: Ya pero…
(Afligida y con lágrimas en los ojos)
Ryan: ¿Te pasa algo
Pamela?
Pamela: No, nada… no me
pasa nada.
Erick: Toma Pam, tu té
con limón. (Se lo sirve)
Pamela: Gracias Erick.
(El mesero se va)
Ryan: ¿Estás llorando?
Pamela: No… es que… es
que se ha metido algo en el ojo.
Ryan: No me mientas…
dime la verdad. Algo te pasa.
Pamela: Es un chico… no
es nada.
Ryan: Mal de amores, acabáramos…
¿Lo conozco?
Pamela: Pues… sí, sí le
conoces.
Ryan: ¿No será Erick, el hijo de Frank, no?
Pamela: No, nada que
ver… no es Erick. Ryan… yo… (Nerviosa)
Ryan: ¿Sí?
Pamela: Nada… olvídalo…
(Se va a toda prisa)
Ryan: ¡Espera Pamela,
te dejaste tu té!! ¡Pamela!!!
Frank: ¿Y a esa que le
pasa?
Ryan: No lo sé, se fue
así sin más… no entiendo nada.
Frank: Pues alguien
tendrá que pagarme su consumición…
Ryan: Toma, ya te la
pago yo, pesado. (Le da el dinero)
En la calle, la pobre
Pamela camina inmersa en un mar de lágrimas pues no se atreve a decirle a Ryan
lo que siente por él. Pamela es muy insegura y está muy acomplejada por su
peso. Está enamorada de Ryan pero teme no gustarle.
INT. / GRANJA BRENNAN,
CASA DE MARY, COCINA / DÍA
Shirley está llorando
pensando en su hijo Kevin. John no sabe la verdad y no entiende lo que le pasa. Ambos charlan.
John: No llores, tal vez
puedas recuperar a tu hijo, deberías buscarlo y…
Shirley: No puedo…
seguro ya tiene una familia y yo no soy nadie para él. No sería justo.
John: Pero eres su madre…
eso no te lo puede quitar nadie. Además fuiste obligada a darlo en adopción.
Shirley: Si pero…
John: Shirley… inténtalo…
lucha por tu hijo, búscalo.
Shirley: Ya lo he hecho,
John… lo he buscado. Dios sabe que lo he hecho.
John: ¿Y?
Shirley: Y… y ya sé
donde vive.
John: ¿En serio? ¿Dónde?
Shirley: John… el bebé…
el bebé que yo entregué en adopción hace diez años es… es Kevin.
Escuchamos música
incidental. John se queda impactado al escuchar tal revelación. Shirley, entre
lágrimas, no es capaz de articular más palabras. John alucina con lo que acaba
de escuchar.
John: No… no puede ser…
¿Ke… Kevin es…? ¿Mi hijo es… es tu…? (Preocupado)
Shirley: Sí… por eso
estoy aquí… ¡Pero te juro, te juro que yo no quiero quitarte al niño, John, te
lo juro!! Jamás te haría algo así.
John: ¿Por qué no me has
dicho nada de esto antes, por qué? ¿Lo sabe mi madre, lo sabe Jennifer?
Shirley: Jennifer sí,
Mary no…
John: ¿Mi esposa sabía
quién eras y no me dijo nada?
Shirley: Yo le pedí que
no lo hiciera… Sólo quería estar cerca de Kevin, conocerle… nada más…
John: Dios mío… esto no
puede estar pasando.
Shirley: Lo siento John,
no quería que te enterases de esta manera. Si quieres renuncio al trabajo y me
voy… (Se va)
John: ¡No, tú no te vas
a ninguna parte! (Tomándola del brazo)
Shirley: No me hagas
esto John… (Llorando)
John: No te vayas… no
puedes dejarme así… Tú no…
Shirley: Kevin tiene una
familia, un padre, una madre… yo no soy nadie. Es mejor que me marche y no
regrese más.
John: Pero… creí que tú
y yo éramos amigos, Shirley… Que habíamos hecho buenas migas y… No quiero que
te vayas.
Shirley: Ese es el
problema John, que yo no te veo como un amigo.
John: ¿No? ¿Entonces?
Shirley: Me gustas John…
no sé qué me pasa contigo pero… Sé que no está bien, que eres un hombre casado
pero… no puedo evitar sentir lo que siento.
John: Shirley…
Shirley: Es mejor que me
vaya… por favor, déjame ir.
John: No… no quiero que
me dejes. Ahora no…
En ese momento John
intenta robarle un beso, ella se deja llevar y finalmente ambos se besan apasionadamente
en la cocina de la casa.
CONTINUARÁ…